España tiene el potencial para convertirse en un referente de las energías sostenibles maduras. Un aspecto que asegura su competitividad son las 2.500 horas de sol al año con las que cuenta, que lo posicionan en uno de los países mejor dotados para llevar a cabo la transición energética, muy por encima del resto de países europeos.
IMEnergy, empresa española de ingeniería y construcción de plantas fotovoltaicas, ha desarrollado un decálogo con los principales beneficios que se logran para el cuidado del planeta al utilizar de este tipo de energía.